Dame tus ojos, Madre, para saber mirar
viernes, 7 de noviembre de 2008
Mes de Maria
Dame tus ojos, Madre, para saber mirar
jueves, 4 de septiembre de 2008
Septiembre también es el Mes de la Biblia
Todo lo expresado podría ser razonable y garantiza que así lo piensen algunos. Pero, como decimos algunos, “nada que ver”. Hay otra razón muy importante para que Septiembre sea el Mes de la Biblia y no sólo en Chile sino que en todo el mundo.
La razón deriva del hecho de que un día 26 de Septiembre de 1569, en la hermosa ciudad Suiza de Basilea, se terminó de imprimir totalmente la Biblia en español, conocida hasta nuestros días como “La Biblia del Oso”, que, naturalmente tenía en su tapa un oso de pie ante un panal comiendo la rica miel. La Biblia que había sido traducida por Casiodoro de Reina se editó en esa ocasión y su primera edición fue de 260 ejemplares. Ese acontecimiento corrió hace 437 años.
Este es otro mes hermoso que nos regala la Iglesia, así como el Mes del Sagrado Corazón y el Mes de María, son oportunidades especiales en que podemos aprovechar para aumentar nuestra devoción y el amor a la fe que profesamos. Al igual que el oso de la tapa de estas primeras biblias que devoraba esa rica miel, así también nosotros de gocemos de la delicia que nos da la PALABRA DE DIOS.
Misa Semana Parroquial
Antes de la Misa, los niños rezaron el Rosario,
colocando las flores en cada espacio, muchos participaron.
jueves, 14 de agosto de 2008
Asunción de María
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios Omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma Augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
¿Cuál es el fundamento para éste dogma? El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:
La inmunidad de María de todo pecado
Su Maternidad Divina
Su Virginidad Perpetua
Su participación en la obra redentora de Cristo
La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.
sábado, 9 de agosto de 2008
Jesús camina sobre las aguas
domingo, 3 de agosto de 2008
La Multiplicación de los Panes
sábado, 19 de julio de 2008
lunes, 14 de julio de 2008
sábado, 5 de julio de 2008
Parabola del Fariseo y el Publicano
Los publicanos del tiempo de Jesús eran recaudadores de impuestos, al servicio del odiado poder de los romanos. Tomaban ese oficio por necesidad y eran gentes de poco trato, salvo el que reclamaba su oficio. Sus hijos y sus mujeres, solían estas encerrados en casa, pues los demás les negaban el trato. Las gentes les miraban como ladrones. Pero les temían, pues eran protegidos por los romanos. Ellos se daban cuenta y con frecuencias sentían pena por lo que tenían que hacer. En ese contexto de discriminación hay que ver el gesto de Jesús de poner una parábola relacionada con estos dos tipos. En aquellos ambientes en donde hay rivalidades y donde hay discrimación es donde se entiende el gesto de Jesús. Enseña como hay que orar. Pero sus palabras hacen pensar en que lo importante no orar, sino orar bien. Hay que pensar cómo recibe el Padre del cielo la oración. Si la oración es humilde y sincera, Dios siempre la escucha. Si es soberbia y despectiva, no la recibe bien, pues es más un gesto de arrogancia que una petición de alma sencilla.
El hombre para acercarse a Dios tiene que ser humilde. Es interesante la conclusión de la parábola, que es una enseñanza hermosa de Jesús: "Yo les digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado."
El publicano experimentó alegría por su confianza en Dios y el agrado fue para él benevolencia divina. Dios se complació en su sencillez y humildad. Porque en su oración él utilizó el medio adecuado para entrar en contacto con Dios, reconociéndose pecador y acogiéndose a su misericordia. El fariseo pensaba erróneamente haber adquirido todo esto por su propio esfuerzo, sin necesidad de que Dios viniese en su auxilio, por eso no pedía nada. Solo iba el templo para mostrar su vanidad. El fariseo mereció la condena de Jesús y no salió mejor del templo, a pesar de haber orado. O mejor de haber pensado que había orado, cuando lo que había hecho era pronunciar palabras necias.
sábado, 28 de junio de 2008
Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Evangelio según San Mateo, capítulo 16, 13 - 19
En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo ésta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Dice Él: «Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo».
Hoy es un día consagrado por el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo. «Pedro, primer predicador de la fe; Pablo, maestro esclarecido de la verdad» . Hoy es un día para agradecer la fe apostólica, que es también la nuestra, proclamada por estas dos columnas con su predicación. Es la fe que vence al mundo, porque cree y anuncia que Jesús es el Hijo de Dios: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mateo 16,16). Las otras fiestas de los apóstoles san Pedro y san Pablo miran a otros aspectos, pero hoy contemplamos aquello que permite nombrarlos como «primeros predicadores del Evangelio»: con su martirio confirmaron su testimonio.
Su fe, y la fuerza para el martirio, no les vino de su capacidad humana. No fue ningún hombre de carne y sangre quien enseñó a Pedro quién era Jesús, sino la revelación del Padre de los cielos (citado en Mateo 16, versículo17). Igualmente, el reconocimiento “de aquel que él perseguía” como Jesús el Señor fue claramente, para Saulo, obra de la gracia de Dios. En ambos casos, la libertad humana que pide el acto de fe se apoya en la acción del Espíritu.
La fe de los apóstoles, es la fe de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica. Desde la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, «cada día, en la Iglesia, Pedro continúa diciendo: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo!’». Desde entonces hasta nuestros días, una multitud de cristianos de todas las épocas, edades, culturas, y de cualquier otra cosa que pueda establecer diferencias entre los hombres, ha proclamado unánimemente la misma fe victoriosa.
Por el bautismo y la confirmación, estamos puestos en el camino del testimonio, esto es, del martirio. Es necesario que estemos atentos al “laboratorio de la fe” que el Espíritu realiza en nosotros (segun nos dice Juan Pablo II), y que pidamos con humildad poder experimentar la alegría de la fe de la Iglesia.